Los Círculos de Mujeres crecen y se dan la mano.
En un Círculo se hace presente el ritual, se recupera esa energía de la celebración desde la esencia femenina. Se celebra en torno a los ciclos de la luna, el sol, la naturaleza. Nos escuchamos dando lugar al espejo que nos refleja en las diferentes edades.
¡De la doncella a la abuela, de la abuela a la doncella.
Todas una, con sus diferencias, todas una, sin indiferencias.
Las mujeres necesitamos seguir tejiendo el gran manto que abrace la sociedad. Un manto de colores que aúnen las fuerzas masculinas y femeninas.
El Círculo sana, hermana, emana
el manantial de vida de cada una de nosotras.
Luces y sombras, sombras y luces que compartidas en una palabra y escucha sin juicio quedan en el caldero donde todas cocinamos para transmutar, crecer, seguir germinando y florecer!